Las cifras

Las cifras

13,7 %

De las mujeres de 16 o más años residentes en España, han sufrido violencia sexual a lo largo de la vida por parte de cualquier persona

21,5 %

De las mujeres de 16 o más años residentes en España, an sufrido a lo largo de la vida

99,6 %

De las mujeres que han sufrido violencia sexual, experimentaron esta por parte de un hombre

Los resultados de la Macro encuesta de Violencia contra la Mujer de 2019 realizada por la Delegación de Gobierno contra la violencia de género, indican que del total de mujeres de 16 o más años residentes en España, el 13,7% (2.802.914 mujeres) han sufrido violencia sexual a lo largo de la vida por parte de cualquier persona (pareja actual, parejas pasadas o personas con las que no se ha mantenido una relación de pareja). En cuanto a la violencia física, del total de mujeres de 16 o más años residentes en España, el 21,5% (4.387.480 mujeres) la han sufrido a lo largo de la vida.

 

El 99,6% de las mujeres que han sufrido violencia sexual, experimentaron esta por parte de un hombre. En cuanto a la relación que tenían con el agresor, el 21,6% de las mujeres que han sufrido violencia sexual fuera de la pareja refiere que fue un familiar hombre, el 49,0% un amigo o conocido hombre y el 39,1% dice que el agresor fue un hombre desconocido.

 

Solo el 8% de las mujeres que han sufrido violencia sexual fuera de la pareja ha denunciado alguna de estas agresiones en la Policía, la Guardia Civil o el Juzgado. Este porcentaje se eleva al 11,1% cuando se tienen en cuenta también las denuncias interpuestas por otra persona o institución.

 

Es interesante poder conocer los motivos que llevan a las mujeres a no denunciar, señalándose como motivo más citado a que “era menor, era una niña” que es mencionado por el 35,4% de las mujeres. A continuación, le siguen no conceder importancia a lo sucedido (30,5%), la vergüenza (25,9%), que la agresión haya sucedido “en otros tiempos en los que no se hablaba de estas cosas” (22,1%) y el temor a no ser creída (20,8%). En el caso de las mujeres que han sufrido una violación los motivos más citados son la vergüenza (40,3%) y el haber sido menor cuando tuvo lugar la violencia sexual (40,2%). El 36,5% cita el temor a no ser creída y el 23,5% el miedo al agresor.

 

Solo el 10,2% de las mujeres que han sufrido violencia sexual buscaron ayuda psicológica para afrontar lo sucedido (21,8% en el caso de las mujeres que han sufrido una violación) y el 6,5% ayuda médica (14,4% en el caso de las mujeres que han sufrido una violación). El resto de los servicios son muy poco citados entre las personas encuestadas. El 84,1% han buscado ayuda formal tras lo sucedido.

 

Es esencial trabajar los datos oficiales con interseccionalidad, es decir, la interacción de diferentes ejes de discriminación que pueden concurrir en una mujer y que hacen que el impacto de la violencia machista que sufra sea agravado y diferenciado. Por ejemplo, en relación con la discapacidad, de acuerdo con la Macro encuesta las mujeres con discapacidad acreditada han sufrido violencia sexual fuera de la pareja a lo largo de sus vidas en mayor proporción (10,3%) que las mujeres sin discapacidad acreditada (6,2%). También la prevalencia de la violencia en la pareja a lo largo de la vida entre las mujeres con discapacidad acreditada es mayor que entre las mujeres sin discapacidad acreditada en todos los casos.

 

Así, por ejemplo, el 20,7% de las mujeres con discapacidad acreditada ha sufrido violencia física o sexual de alguna pareja frente al 13,8% de las mujeres sin discapacidad acreditada.

Las cifras

13,7 %

De las mujeres de 16 o más años residentes en España, han sufrido violencia sexual a lo largo de la vida por parte de cualquier persona

21,5 %

De las mujeres de 16 o más años residentes en España, an sufrido a lo largo de la vida

99,6 %

De las mujeres que han sufrido violencia sexual, experimentaron esta por parte de un hombre

Las cifras

Relación con el agresor

Hombre familiar0%

Hombre amigo0%

Hombre desconocido0%

8 %

De las mujeres que han sufrido violencia sexual fuera de la pareja ha denunciado alguna de estas agresiones

Motivos para no denunciar

Ser menor, ser niña0%

No conceder importancia0%

La vergüenza0%

Las violencias sexuales en entornos festivos

 

Existe un proceso de normalización de las violencias sexuales en contextos de fiesta que facilita una impunidad hacia los agresores y la justificación sistemática de su conducta. La cultura de la noche tiene unas propias normas en las que, a pesar de todo el trabajo de sensibilización realizado en los últimos años, aún perduran prácticas arraigadas como relacionar salir de fiesta con salir “de caza” y creer que las mujeres que son consideradas como “transgresoras” por encontrarse en los entornos de ocio, en vez de en el lugar erróneamente considerado seguro como es su hogar son posibles presas que hay que conquistar.

 

Ello propicia un entorno cómplice con las violencias sexuales, especialmente las que se perciben como más “leves” - comentarios, insinuaciones, la insistencia...- pero también ante agresiones y abusos sexuales, conductas que se disculpan entre quienes las cometen, minimizando los hechos y atacando directamente a quien les reprocha o se defiende de la agresión sufrida (“eres una exagerada”, “no seas tan creída” “es que ya no se os puede ni decir nada” “pero si llevas toda la noche buscándome” ... etc.).

 

Los mitos sobre las violencias sexuales todavía son defendidos por los agresores y por su entorno como verdades que justifican su actitud y les exime de culpa, haciendo recaer sobre la persona agredida la responsabilidad de lo que le haya sucedido, ya sea por su edad, comportamiento, su forma de vestir, sus antecedentes o por haber consumido alcohol u otras sustancias. Cabe recordar la Sentencia del Tribunal Supremo de 14 de mayo de 2020 donde se refleja que “El agresor sexual no tiene legitimación alguna para actuar, sea cual sea el antecedente o la actitud dela víctima, la cual tiene libertad para vestir, o actuar como estime por conveniente. Y ello, dentro de su arco de libertad para llevar a cabo la relación sexual cuando le parezca, y no cuando lo desee un agresor sexual”.

 

Lejos de criminalizar los entornos de ocio hay que tener claro que la causa de las violencias sexuales no son las fiestas: las investigaciones nos muestran que estas conductas se dan sobre todo en contextos cercanos a la persona agredida como familiares, parejas y otras personas conocidas.

 

Sin embargo, en atención al porcentaje y características de las agresiones en estos espacios - tocamientos aprovechando las aglomeraciones, acosos verbales, acorralamientos, etc.- y teniendo en cuenta que muchas veces el entorno festivo es el lugar que escoge el agresor para realizar un primer acercamiento y captación de la víctima - aprovechándose, por ejemplo, de la vulnerabilidad por el consumo de alcohol, erigiéndose en un falso protector que cuidará de ella, cuando en realidad se la lleva a un lugar apartado para agredirla sexualmente - es absolutamente necesario que las administraciones establezcan protocolos de actuación para prevenir las violencias sexuales en los entornos de ocio, identificarlas cuando ocurren y planificar una atención para las personas agredidas.